¡Qué feliz es la
vida del ni-ni! O eso es lo que la gente debe pensar al verme, al menos. Es
cierto que tengo bastante tiempo libre dado que sólo doy 8 horas de clase a la
semana este año (si no han querido cogerme en la universidad, ellos se lo
pierden), pero mis proyectos personales hacen que el tiempo que gano por no pasarme 6 horas diarias metido en un aula se vaya por otras vías. No hablo solamente de escribir en el blog, redactar noticias para Osu!
Nippon, continuar mis historias o dibujar; por supuesto, como todo hijo de
vecino, también tengo que estudiar por mi cuenta para salir adelante y no
desaprovechar este año. El doblaje me exige una práctica ajena a las clases, el
chino debe estudiarse más de dos horas a la semana para ser dominado y, obviamente, tengo que tratar de mantener o incluso mejorar mi nivel de euskera en
la medida de lo posible. Y, de hecho, como habréis podido adivinar por el
título de la entrada, ése es precisamente el tema que hoy nos atañe. Así,
pongamos punto y final a esta entradilla y pasemos a lo que realmente nos importa: mis
peripecias en el oscuro y tenebroso mundo del HABE.
2012/11/20
2012/11/14
Rodeado de catalanes (1ª parte)
¡Qué bien sienta
viajar, señores! Gente fantástica, nuevos ambientes, diferentes modos de vida y
experiencias inesperadas te asaltan a cada paso, a cada esquina, casi a cada
segundo. Mentiría si dijese que todas las experiencias son buenas, pero toda
aventura tiene sus altos y sus bajos, y los malos momentos no son más que un
aliño que eleva los buenos ratos a la categoría de inolvidables. Cuando estás
lejos de tu hogar, todo adquiere un tinte mágico y las cosas más cotidianas se
vuelven emocionantes, sobre todo cuando viajas solo (independientemente de que
vayas a reunirte con alguien en tu lugar de destino o no). Hasta hace una
semana, más o menos, yo siempre había viajado con mis padres o con la escuela y,
por lo tanto, debía ceñirme a sus gustos y exigencias: mi madre, por ejemplo,
sólo quiere ir a la playa de vacaciones, y eso siempre limita bastante mis
posibilidades. Pero, una vez cumplida la mayoría de edad y siendo libre como un
pajarillo o como un cliente de Amena, cogí mis ahorros, me busqué una buena
excusa y fecha para poder volar del nido y me embarqué en mi primera aventura
en solitario, como si de un spin-off de mi propia vida se tratase. Así, tras
dos o tres años de asedio continuo por parte de mi querida Moni, mi hermanita
Mery, y demás gente que se fue sumando a la causa con el tiempo, decidí darles
a todos mis fans amigos un gustazo y, por fin, emprendí el viaje hacia la
ciudad condal de la que tantas veces había oído hablar, esperando no encontrarme
con ninguna chica mona que me dejase por un rastafari incapaz siquiera de
cantar un blues. …Eta Siniestro
Total entzuteari utzi beharko nioke idazten nabilen bitartean.
Lo que os voy a relatar es una
historia de aventuras, alegrías y frustraciones, encuentros esperados e
inesperados, un pésimo transporte público, una preocupante falta de croquetas
y, qué demonios, romance, que tuve mucho amor bilbaíno que repartir entre tanto
catalán. Como siempre, no sé cuánto ocupará todo lo que tengo que contar, así que
será mejor darse prisa y empezar lo antes posible. ¡Bienvenidos a #MigaEnBCN!
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