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2012/02/19

¡Card Slash!: Digimon Tamers – Bousou Digimon Tokkyuu

(Quisiera dedicar esta entrada a @Kvothe17 y @BryceWithingale, dos lectores fieles. ¡Muchas gracias! :D)

No es necesario decir que ver anime subtitulado me crispa los nervios. Ya lo he comentado muchas veces (aunque no me lea nadie lolU), y es que tener que andar leyendo lo que dicen los personajes me distrae de la acción y me suelo perder los momentos más tensos o emocionantes. Sin embargo, y sin que sirva de precedente, me gusta tener siempre algo de anime en versión original subtitulada, sólo por si me acaba apeteciendo verlo. Siempre son, de todos modos, animes que me hayan recomendado mucho o spin-offs de series que ya conozca y me gusten. Así, en cuanto mi amigo FJLink me habló de que estaba dándose una maratón de películas de Digimon (o eso creí entender), no pude resistirme a copiar tan brillante idea.

Portada de Digimon Tamers: Bousou Digimon Tokkyuu.
No sabía que los monstruos digitales más famosos del mundo tuviesen tantas OVAs; y es que, con esa duración tan reducida, me resulta muy difícil llamarlas películas de pleno derecho. A pesar de haber visto ya alguna de las OVAs de Digimon Adventure y 02 gracias a una cinta de vídeo que espero aún se encuentre en óptimo estado, la que hoy quisiera comentar es la segunda de la saga Tamers. Pero, antes de hablar de la OVA en sí, os pondré un poco en situación, por aquello de daros algo de conocimiento de causa o refrescaros la memoria, según el caso.

Los tres protagonistas principales junto a Impmon, quien también aparece en la OVA.
Digimon Tamers, serie que fue estrenada en 2001 y cuenta con un total de 51 episodios, es la tercera saga o generación de Digimon. En ella se nos narra la historia de Takato Matsuki (Takato Matsura en japonés), un chico que idolatra el juego de cartas de los monstruos digitales y pasa los días jugando a ello con sus amigos e incluso diseñando sus propias criaturas. Un día, Takato se encuentra con un dispositivo digital o Digivice con una curiosa característica que lo diferencia de todos los demás vistos hasta el momento en la serie: en uno de sus costados, el aparato cuenta con una ranura capaz de leer e interpretar no sólo las cartas del juego que él idolatra, sino también otro tipo de elementos relacionados con el universo Digimon; y es que, cuando por accidente el papel en el que Takato había garabateado a su Digimon original, Guilmon, pasa por el lector del aparato, el monstruo nace realmente, convirtiéndose así en el compañero del chico. Así, Takato deberá no sólo luchar contra las amenazas provenientes del mundo digital, sino, además, esconder a Guilmon para que no lo descubran. Pero, como siempre, Takato no estará solo: contará con la inestimable ayuda de Rika Nonaka (Ruki Makino) y Henry Wong (Jenrya Rii), entrenadores o, mejor dicho, domadores Digimon que, como él, tienen un Digivice propio y un Digimon acompañante.

Rika es la protagonista principal de Bousou Digimon Tokkyuu.
Podríamos decir que Digimon Tamers se basa en el concepto de la digievolución y la autentica naturaleza del mundo Digimon; frente al mundo casi idílico que se veía en Adventure y 02, en Tamers son todo parajes desolados, desiertos, desastres y fenómenos naturales que amenazan el equilibrio entre el mundo real y el digital, convirtiendo este universo en un peligro que, desde el mundo real, muchos quieren erradicar. Con la aparición estelar de Calumon, el Digimon que provoca la digievolución, y, entre otros personajes, los Dioses del mundo digital, Tamers podría definirse como una revisión más oscura e incluso profunda del mundo que conocimos en compañía de Tai, Agumon y todos los demás.

Locomon, enemigo principal de la OVA, siendo analizado por el Digivice.
Hechas las presentaciones, pasemos a lo que importa de verdad: la OVA en sí. Concretamente, ésta es la 6ª OVA de Digimon, titulada Bousou Digimon Tokkyuu (algo así como “El expreso Digimon fugitivo” en español). La historia se sitúa al final de la serie en la que se basa, cuando nuestros héroes ya están felizmente de vuelta en sus casas. Sin embargo, su trabajo aún no ha acabado: aunque aún extraoficialmente, ellos son los encargados de proteger el mundo real de las amenazas digitales que puedan aparecer, y de eso precisamente trata nuestra OVA: un Digimon con forma de tren llamado Locomon aparece de golpe en las vías del tren, corriendo salvajemente y, al parecer, sin poder frenar. En una titánica lucha por averiguar el problema de Locomon y detenerle, Rika tendrá que hacer frente, además, a un enemigo invisible que lleva tiempo atormentándola: sus propios recuerdos. Contar más sólo sería un spoiler debido a la reducida duración, así que dejaré que el resto, en puro acto de egoísmo, lo descubráis vosotros mismos.

Momentos tensos se suceden durante la lucha contra Locomon.
Llega una vez más la hora de comentar los diferentes apartados multimedia de la OVA. Sin que sirva de precedente, permitidme idolatrar la magnífica BSO de Digimon Tamers; no es que me haya fijado en ella durante el visionado de la OVA, es que la tengo aparte y es gloriosa. Sobre todo “SLASH!!” de Ohta Michihiko, canción que, por cierto, suena casi íntegra en Bousou Digimon Tokkyuu. No cuenta con un opening propio, pero sí que nos muestra una secuencia introductoria con los créditos mientras suena el opening al que ya estamos tan acostumbrados, “The Biggest Dreamer”, cantado por el siempre genial Wada Kouji. Además, como sorpresa especial, tenemos una canción exclusiva cantada por la seiyuu de Rika, donde, tras combatir sus demonios, la joven domadora recuerda a su padre con una preciosa canción que él mismo le enseñó. Melodías muy buenas, animadas e increíblemente pegadizas adornan y acompañan a una animación que, si bien no es mala, no llega a niveles superiores como pasaba en otras OVAs previas de Digimon, como en ésas que narraban la batalla contra el malvado Diaboromon. Es un estilo calcado al de la serie con, como mucho, algún efecto de iluminación más trabajado de lo normal o alguna escena más espectacular que el resto. Pero, en general, nos encontramos con un calco de la serie aunque, como he dicho, no sea algo malo. Supongo que todos vosotros recordareis que, de algún modo, podría decirse que el estilo de Tamers es más maduro que el de sus antecesores, más oscuro. Los rostros y cuerpos de los personajes están más trabajados, y los adultos tienen mucha más importancia en la historia, cosa que se nota en el dibujo. Sigue manteniendo el estilo propio de la serie, pero dotándolo de un punto de realismo que Adventure no poseía. Aunque recordemos que en sí estamos hablando de un kodomo o, apurando, shounen ligero; no podemos exigir demasiado. Bien pensado, ya hablamos previamente de otro kodomo más oscuro de lo que pudiera parecer a primera vista, así que no sé de qué me extraño. Meh, no tengo criterio, pero lo importante es reconocerlo.

"Digimon Tamers Best Hit Parade", la BSO del anime.
Permitidme hacerle una pequeña mención especial al fansub: Athena no Seinto. Si bien los subtítulos no son perfecto, han hecho un gran trabajo global, con un subtitulado muy digno y fácil de leer, con karaoke en el opening y de bastante calidad gramatical, a pesar de los ya mencionados patinazos ocasionales, alguna marca de puntuación que falta o pequeños fallos similares; eso sí, bastante reducidos. No sé si habrá más opciones que ver este subtitulado (yo sólo encontré éste, al menos), pero desde luego no dejéis de ver la OVA porque le tengáis miedo, que se deja leer bastante bien.

Banner de "Athena no Seinto". Uno de ellos, al menos.
El hecho de que dure tan poco, la viese relativamente rápido tras bajarla y encima esté subtitulada ha hecho que, quizás, no le preste la atención merecida a esta OVA. Es más, Tamers ha sido siempre la temporada que menos me ha gustado de Digimon (sólo quisiera puntualizar que “gustar menos” y “no gustar” no tienen nada que ver U^^), pero, de todos modos, y a pesar de gustarme mucho como historia en sí, Bousou Digimon Tokkyuu no me ha llenado del todo. No me malinterpretéis; es muy buena, como (casi) todo lo que sale del universo Digimon; sin embargo, de alguna manera, esperaba otra cosa. Quizás es porque es muy parecida a la serie o porque peca de los mismos errores. Por ejemplo, me dio mucha rabia que sólo luchen los tres protagonistas (y, aunque mínimamente, también Ryou Akiyama en forma de Justimon) y que al resto de los niños elegidos se les trate de mero relleno cuando finalmente consiguieron sus propios Digimons y pueden luchar. Vale que no puedan alcanzar el nivel de Takato y los demás (salvo Marineangemon, quien ya de por sí es del mismo nivel que Gallantmon y los demás), pero eso no quiere decir que sean inútiles, ¡también tienen que poder digievolucionar! (;A;) Mucha falta de amor, vaya. Con lo que mola Guardromon. Aunque el matiz trágico que destila la historia debido a los problemas de Rika le da cierto toque curioso y atractivo que hace que la OVA sea algo más que un capítulo más largo de lo normal en el que nuestros héroes luchan contra un bicharraco imponente y fuertote.

Al principio de la OVA, Growlmon apenas puede hacer frente a la embestida de Locomon.
Hablando en plata, nos encontramos ante una pieza de animación bastante controvertida. Por un lado, Digimon Tamers: Bousou Digimon Tokkyuu nos ofrece media hora más de material de ése que tanto nos gusta: acción, drama, aventura y digievoluciones. Sin embargo, por el otro, es prácticamente un “más de lo mismo”: la única novedad real es el enemigo a batir, ya que no pasa nada que podamos considerar nuevo o innovador respecto a la serie. De hecho, con esa duración tan reducida, apenas da tiempo a contar una historia real, y nos encontramos con un capítulo anexo algo más largo de lo normal y que responde una pregunta que él mismo plantea, sin atar ningún cabo suelto ni darnos nada jugoso que llevarnos a la boca en forma de novedad. A pesar de todo, en ningún momento os diría o recomendaría que no la vieseis: os aseguro que todos los fans de Digimon disfrutaréis como enanos de esta extensión de las aventuras de Takato, Guilmon y compañía. Puede que no tengan el nivel de las OVAs de Diaboromon ya que ésas ofrecían nuevos personajes y digievoluciones haciéndolas mucho más atrayentes, pero es posible que estemos poniendo el listón muy alto. No obstante, y valga la redundancia, disfrutaremos de la tercera generación de niños elegidos tanto como lo hicimos con la serie, o puede que, con la magia que emana lo retro y los recuerdos que haga aflorar en nosotros, la disfrutemos aún más de lo que disfrutamos en su día con el anime y, por qué no decirlo, con esos siempre sorprendentes “CARTA LEÍDA” que imbuían a nuestros protagonistas de nuevos y alucinantes poderes. Una pena que desapareciesen del panorama a mitad de la serie.

Ficha técnica:
Título: Digimon Tamers: Bousou
Digimon Tokkyuu (デジモンテイマーズ 暴走デジモン特)
Categoría: OVA - Animación manga
Género: Aventuras, kodomo
Año: 2002
Duración: 30 mins. aprox.
Guión: Yukio Kaizawa
Estudio: Toei Animation
País de origen: Japón 
En España: No (Fansub: Athena no Seinto)

Lo mejor:
-Toda la espectacularidad de Digimon.
-El valor sentimental que tiene volver a ver a Takato después de tanto tiempo.
-La increíble banda sonora.

Lo peor:
-No aporta nada nuevo respecto a la serie, quedando así ensombrecida en comparación a otras OVAs de Digimon.
-La historia sobre Rika; se cuenta tan por encima que parece poco más que una forma de rellenar la media hora.

Nota: 7

2012/02/01

La secuela menospreciada: Beyblade Metal Fusion

Si preguntase a mis amigos y conocidos acerca de las series que marcaron su infancia, las respuestas variarían mucho: la época y la región condicionaron mucho estos aspectos cuando éramos niños. Desde luego, las series de nuestros padres no son para nada las mismas que las nuestras (en su mayoría), e incluso los que tenemos la misma edad veíamos cosas muy diferentes de pequeños. Hay respuestas bastante comunes, como las series de Hanna-Barbera que todos hemos visto alguna vez. Ya entre los jóvenes se escuchan respuestas más modernas que, en mayor o menor grado, todos conocemos: Doraemon, Shin-chan, Los Caballeros del Zodíaco, Dragon Ball, Digimon, El Inspector Gadget, Pokémon, Oliver y Benji … (Sí, la gran mayoría de las respuestas son anime.) Hay series de mi infancia con las que muchos se identifican, y otros que ni han oído hablar de ellas, como Reena y Gaudi (Slayers en japonés), Let’s & Go (Bakusou Kyoudai) o Flint y los Viajeros del Tiempo (Flint, The Time Detective). Pero, sin lugar a dudas, una de las series más recordadas es Beyblade.


¿Recordáis a Tyson, Max y los demás?
Conocí Beyblade muy de refilón, la verdad; trataba de verla los fines de semana por la mañana en Antena 3, pero no la llegué a pillar muchas veces y no me enteré bien del argumento. Así y todo, me gustaba mucho: la ambientación (recuerdo que un montón de chavales en el patio traían su cutrebeyblade y echaban peleas en las que las peonzas casi ni se llegaban a tocar XD), el diseño de personajes y, sobre todo, las alucinantes Bestias Bit que habitaban dentro de los trompos asesinos. Probablemente, este grato recuerdo fue la razón por la que cogí Beyblade Metal Fusion con tantísimo gusto.

Logo de Beyblade Metal Fusion.
Metal Fusion no tiene mucho que ver con la serie original, lo que probablemente sea la razón por la que muchos renieguen de ella casi sin pensárselo ni darle una oportunidad. Sin embargo, yo no me paré a pensar en ello cuando comenzaron a emitirla en TeleCinco (cadena que, desde que dejó de emitir series de dibujos y anime, tengo desintonizada de mi televisor). Y, ciertamente, me lo he pasado genial con esta revisión de uno de los animes de mi infancia, tanto como disfruté en su día de Digimon Tamers y Digimon Frontier y tanto como estoy disfrutando ahora mismo de Savers/Data Squad. Podéis matarme, so escépticos, pero a mí me parece genial. Viva Gaomon, cagüenla. No he tenido una Digibitch así de grande desde Tentomon y Armadillomon.

Beyblade Metal Fusion cuenta la historia de Gingka Hagane (no os voy a mentir, no sé si es Gingka o Ginga, pero me quedo con la primera porque lleva K y las Ks molan), un joven blader (o persona que pelea con beyblades) que busca mejorar para cumplir la tarea que su padre no pudo completar y falleció tratando de realizar: utilizando el antiguo beyblade de su progenitor, Storm Pegasus, Gingka tiene el cometido de derrotar a Lightning L-Drago, un bey que, a lo largo de la historia, ha pasado por muchas manos malignas y ha acabado convirtiéndose en un instrumento de destrucción. La malvada organización de los Nebulosas Oscuras roba a L-Drago de la Aldea del Bey, lugar donde vive Gingka y escondite donde el bey había sido encerrado.

Logo japonés, para que comparéis. Esto es Metal Fight Beyblade.
Así, Gingka viaja por el país buscando rivales fuertes contra los que enfrentarse para mejorar tanto su técnica como los poderes de su Pegasus con el único propósito de que, al final, pueda llegar a derrotar a L-Drago. Durante su camino, Gingka encontrará numerosos amigos y enemigos: entre sus aliados se encuentran Kenta Yumiya, un joven e inexperto blader que admira muchísimo a Gingka; Madoka Amano, joven técnica de beyblade que, si bien no lucha, es una experta en el funcionamiento de las batallas y los beys, o Kyouya y Benkei, que comienzan como sus rivales y acaban por convertirse en dos de los mejores amigos de Gingka. Sus rivales son también muchos y variopintos: entre ellos, Tetsuya Watarigami, apodado “El Cangrejo”, un blader débil y tramposo que sólo es capaz de ganar mediante juego sucio, aunque es más una molestia que un peligro; Daidouji “Douji”, jefe de los Nebulosas Oscuras, un hombre extraño que ambiciona el poder de L-Drago; o Ryuuga, miembro estrella de los Nebulosas por ser el portador de L-Drago y quien realmente lo controla, lo que le convierte en el auténtico rival a batir. Hay muchos personajes más, pero prefiero que los descubráis vosotros mismos; creedme, no tienen desperdicio.

Los buenos: Gingka, Kenta, Madoka, Benkei y, por supuesto, Kyouya.
Si os digo que voy a hablar de un tema espinoso, deberíais saber al momento que voy a tratar de comentar el apartado visual y sonoro. Empezaré diciendo que, lamentablemente, Beyblade Metal Fusion no sólo ha perdido su nombre original al llegar a nuestro país (Metal Fight Beyblade), sino que, arrastrado por ello, también nos hemos quedado sin su opening y ending originales, los cuales he escuchado posteriormente y molan bastante. En su lugar, tenemos un ending basado totalmente en créditos en el que tenemos que dar las gracias por el mero hecho de que le hayan puesto música de fondo e imágenes sueltas bañadas en colores azules. El opening se salva un poco: es la típica sucesión intercalada de recortes del anime y del opening real, con una canción que sólo se da un aire a la original, pero que al menos está doblada al español. Aunque sea, como de costumbre, una sintonía en la que básicamente te hablan de la serie en sí, se agradece escuchar algo en cristiano en vez de en chorringlés. Y la letra no está mal.

Opening japonés:

Hablemos ahora del apartado visual, que supongo que podré comentar mejor ya que tengo los ojos menos atrofiados que el oído. Ante todo, debemos tener en cuenta que hablamos de un kodomo o anime para niños; los recursos que se utilizan para este tipo de series son, generalmente, menores (o eso tengo entendido), así que hablaré desde las limitaciones que esto conlleva. Dentro de lo que cabe, el estilo visual es muy resultón y bonito: los beyblades están genialmente diseñados en 3D durante los combates, aunando en perfecta armonía los entornos y los espíritus de los beys, representados con un dibujo normal, con el tridimensional giro de las peonzas. Además, los combates importantes son todo un espectáculo, mucho más trabajado que el resto de peleas, como viene siendo habitual en este tipo de animes. El diseño de personajes es, por su parte, llamativo y exagerado, como en la gran mayoría de kodomos (lo cual se eleva a la enésima potencia en el manga).

Opening en español:

Además, algo que me llamó bastante la atención es el matiz oscuro que toma el anime para tratarse de un kodomo. Ryuuga es un personaje malvado y despiadado, que destruye y absorbe el alma de sus rivales sin compasión alguna, sumiendo en tinieblas a todo aquél que se le enfrenta. Este estilo sombrío le da otro toque a la segunda mitad de la serie, convirtiéndola en algo más que un simple entretenimiento que un niño ve para pasar el rato. Aunque de planteamiento simple e inocente, Beyblade Metal Fusion es un anime que podría pasar perfectamente por un shounen de acción o aventuras. Desde luego, no sería lo más raro que se ha visto en las páginas de la Shounen Jump...

Las auras de poder que rezuman de los personajes son un clásico de los combates importantes.
Lo cierto es que he visto está serie muy a trompicones, pero no por falta de ganas, eso desde luego. No sé si alguna vez lo he explicado, pero las series que grabo de la televisión y yo tenemos una relación muy especial: yo voy acumulando vídeos y más vídeos que, posteriormente, recorto para dejar tan sólo los capítulos en sí. Sin embargo, no tengo ningún método para saber qué contiene cada uno de esos archivos hasta que no lo miro, y entonces, ya que estoy, lo recorto. Así, es bastante difícil avanzar tan sólo en una serie, ya que el material que consigues es, por llamarlo así, totalmente aleatorio. No me quejo; eso me permite no dejar nada de lado, pero también me hace avanzar muy lentamente. Eso, sumado a que Boing no es la reina de la velocidad en lo que respecta a dar nuevas temporadas (AÚN ESPERO LA SEGUNDA DE DINOSAUR KING, CACHO CABRONES, y si volvéis a dar la primera antes, tanto mejor), y el hecho de que mi cabezonería me impida verlas por mi cuenta y mucho menos verlas subtituladas, dan un resultado muy poco provechoso para mí. Pero soy así de hardcore.

Storm Pegasus es el auténtico héroe de este anime.
Aún con todo, siempre que pillaba un capítulo de Beyblade, me apresuraba a verlo en cuanto tenía la oportunidad, y es que la serie me ha tenido enganchado de principio a fin a pesar de las dificultades como pocas lo han conseguido (¿alguien dijo Inazuma Eleven?). El carisma de Gingka, el querer saber qué pasa después y antes (¿he comentado que he visto los capítulos DESORDENADOS?) y el hecho de querer acabarla rápido para empezar a ver la segunda parte, llamada Beyblade Metal Masters (Metal Fight Beyblade: Baku en Japón), me han arrastrado a una espiral de adicción tan solo comparable a la que generaría un bey girando a toda potencia en el fondo de una piscina.

No hay Bestias Bit pero, en su lugar, en Metal Fusion todos los beys tienen el espíritu de su respectiva constelación en su interior.
En resumidas cuentas, Beyblade Metal Fusion es un anime que sorprende gratamente para lo que podría esperarse de él en un principio. No es una obra maestra, desde luego, pero merece que se le dé una oportunidad. Dejando a un lado la poca similitud que comparte con su antecesora, Metal Fusion se presenta como un anime interesante, divertido y que entra muy bien, si me permitís el símil culinario. La versión española, además, está muy cuidada (a excepción de lo que venimos arrastrando por partir de la adaptación inglesa), no habiendo ninguno de esos temidos cambios de doblador a mitad de la serie (que recuerde LOL) que tanto y tanto nos molestan a los que buscamos productos de calidad. Puede que a veces los combates se hagan cortos, se centren demasiado en la conversación entre los beligerantes más que en la acción en sí, o que ciertos capítulos parezcan más relleno que de la trama principal, presentando personajes fuertes pero que no volverán a aparecer; pero, de cualquier modo, nos encontramos con una obra que nos hará recordar las aventuras de Tyson y compañía y, por qué no, soltar alguna lagrimilla con los momentos tensos. Todo tipo de sentimientos tienen cabida dentro del Bey Stadium y del espíritu de un blader, así que sacad el lanzador y dejad que todos ellos extiendan sus alas y vuelen alto. ¡Let it rip!


Ficha técnica:
Título: Beyblade: Metal Fusion (Metal Fight Beyblade / メタルファイト ベイブレード)
Categoría: Serie - Animación manga
Género: Aventuras/Deportivo, kodomo
Año: 2009-2010
Duración: 51 capítulos, 20 mins. por capítulo aprox.
Guión: Katsumi Hasegawa
Estudio: Tatsunoko Productions / Synergy SP / Seven
País de origen: Japón
En España: Sí


Lo mejor:
-Beyblade, totalmente renovado; un poco de aire fresco que le sienta bien a un clásico.
-Personajes chachis, graciosos y carismáticos.
-Combates más emocionantes de lo que cabría esperarse de unos trompos chocando. (XD)
-Estilo visual muy correcto.


Lo peor:
-Que te eche para atrás que ya no estén Tyson y los demás.
-A veces deja muy de lado el combate para centrarse en los que combaten en sí.
-Que no nos hayan llegado los openings y endings, sobre todo éste último: a mí es que los créditos metidos así de golpe y sin vaselina me ponen malito.


Nota: 7,5