Pongamos
las cartas sobre la mesa.
Si
el lector está esperando un profundo análisis, desglose o autopsia del
contenido del II Salón del Manga de Bilbao, evento que se celebró entre los
días 24 y 26 de junio de 2016 en el Palacio Euskalduna, me temo que aquí no lo
va a encontrar.
Cubrir
un evento es agotador. Te obliga a estar allí desde el mismo principio hasta el
mismo final, a hablar con todo el mundo, a asegurarte de que aprecias y
entiendes todos los aspectos que la convención tiene que ofrecer y un largo
etcétera. Es un trabajo pesado y tedioso que requiere, como poco, cierto grado
de motivación. Dado que yo ni cobro por este trabajo ni soy periodista, no le
debo nada a la profesionalidad. Lo hago por el simple placer de hacerlo, y ese
placer hay que encontrarlo. Si pude hacer un primer análisis del Salón del
Manga de Getxo es porque ya lo conocía y ya tuve la oportunidad de disfrutarlo
a mi manera. Me dieron ganas de hacerlo y lo hice con mucho gusto. Pero no
sabía prácticamente nada acerca del Salón de Bilbao. No sabía qué esperarme. Y,
a menos que seas un maestro a la hora de jugar con el hype y los sentimientos de la gente, el desconocimiento total y
absoluto no da ninguna emoción.
Por
eso, he querido regresar a mis raíces y empezar de cero. Después de muchos
años, he decidido volver a disfrutar de un salón a mí manera, a mí ritmo. He
asistido a las conferencias que me interesaban y he visto el contenido que me
ha llamado la atención. Ni más, ni menos. Así que, al menos este año,
disculpadme si no escribo un reportaje como Dios manda sobre el II Salón del
Manga de Bilbao. Si lo preferís, podéis considerarlo unas impresiones. Creo que
será mucho más digerible de ese modo. Y, ya que sólo voy a hablar de aquello
por lo que me interesé, podéis encontrar el resto de actividades y contenido en
la página web oficial. Os
prometo que no muerde.
Para hablar de mis impresiones, necesito remontarme al Salón del Manga de Getxo de 2015. Como digo, no asistí a la primera edición del Salón de Bilbao, pero varias de las personas que entrevisté en Getxo sí que lo conocían. La opinión fue unánime y nadie se mordió la lengua a la hora de decirlo: dio asco. Me sorprende la facilidad de la gente para criticar unilateralmente, pero eso es un tema aparte.
Si
bien ya no me sorprendía que la gente saltase para criticar el Salón de Bilbao,
lo que sí que me sorprendió fue que Fernando “Cosmo” García, una de las cabezas
pensantes de la Asociación Tarasu –ya que asumo que no tendrá que hacer él todo
el trabajo–, me invitase a la siguiente edición del evento. Después de haber
pasado el fin de semana oyendo malos comentarios, quejas y berrinches varios,
el subconsciente hizo que me echase para atrás, pero no me parecía justo. No
sabía si las fechas me coincidirían bien, pero me decanté por dejar todas las
posibilidades abiertas y decirle que intentaría pasarme por allí si mis
exámenes me lo permitían.
Por
suerte para mí, acabé estando libre en esas fechas. No sólo acabé con la
universidad a tiempo, sino que mi pésima memoria propició que no recordase
todas aquellas malas críticas que escuché meses antes. Con una mente limpia de
prejuicios, me pasé por la página web del Salón poco antes del día 24 y miré el
programa de este año.
Desde
la primera vez que lo vi, el programa me pareció enorme. No sé si sería mi
imaginación, pero tuve la impresión de que la cantidad de eventos y cosas que
hacer era mucho mayor de lo que se suele ver en Getxo. Cantidad no es igual a
calidad, pero, por suerte, muchas de las charlas me parecían interesantes,
aunque los únicos nombres que me sonaban eran los de Félix Arkarazo, Marisa
Martínez y Juan Carlos Pérez Izquierdo. Pero hablaremos de ellos más adelante.
Otra
cosa que me llamó la atención fue el cartel del evento. Es mucho menos complejo
que algunos de los carteles que nos ha dado Getxo –a excepción de la infame
sirena de 2013–, pero me sorprendió igualmente. Dentro de lo simple que parece,
tuve la impresión de que decía todo lo que hace falta decir. Lo bueno, si
breve, dos veces bueno; y lo bueno, si simple y directo, tanto mejor. De lo que
no me di cuenta en el momento fue de lo acertadísimo que es teniendo en cuenta
cuál fue la temática del evento.
El cartel del II Salón del Manga de Bilbao. |
Una de las vitrinas dedicadas al tokusatsu. Podéis ver el resto más abajo. |
Pero
pasemos al evento en sí. Como he dicho, nunca fue mi intención pasarme allí encerrado
los tres días de convención. Decidí ir solamente a las charlas que me
interesasen y saltarme los concursos de cosplay y eventos similares que,
sinceramente, me aburren hasta la saciedad.
Llegué
al Palacio Euskalduna, sede del Salón, sobre las 5 de la tarde del viernes; un
poco más tarde de lo esperado. Para cuando llegué, por desgracia, la charla de
Félix Arkarazo ya había empezado, pero pude verla casi entera.
Para
los que no le conozcáis, Félix Arkarazo es un reconocido actor vasco. Ha
trabajado como actor de imagen real y como actor de doblaje durante años, pero
el papel que más reconocimiento le ha traído ha sido el de Vegeta en la versión
vasca de Dragon Ball, a la que
cariñosamente se refiere siempre por su nombre en euskera: Dragoi Bola. En honor al señor Arkarazo, me saltaré los formalismos
y también la llamaré así.
Técnicamente,
la charla se llamaba “Dragoi Bola, el doblaje en Euskadi”, pero supuse desde un
principio que abarcaría todo el mundo del doblaje vasco y no sólo lo referente
a una serie. Sin embargo, me equivocaba: tanto las preguntas que le hicieron
como los propios comentarios de Arkarazo estuvieron muy centrados en Dragoi Bola, mientras que otras series y
papeles quedaron relegados a un segundo o incluso tercer plano.
Félix Arkarazo (izquierda) junto con Taichisan (derecha), su entrevistador. |
A
pesar de eso, su charla me encantó. Arkarazo, con quien ya tuve oportunidad de
hablar hace unos cuantos años cuando se pasó por el Salón del Manga de Getxo,
demostró tener muchísimo sentido del humor y mucho cariño por Dragoi Bola y Vegeta. Demostró amplios
conocimientos sobre la cultura japonesa e hizo una reflexión que me llamó mucho
la atención: se atrevió a comparar el pueblo vasco con el pueblo japonés,
argumentando que ambos son pueblos donde el honor ha sido siempre una
característica de suma importancia. “Palabra de vasco, palabra de honor”, como
el propio Arkarazo dijo. Pero, quizás, lo que más me sorprendió de su
comparación fue que en ambas culturas comparten una característica muy
peculiar: tanto los vascos como los japoneses parecemos muy callados y serenos
a simple vista, pero cuando damos rienda suelta a nuestros sentimientos, lo
hacemos de una manera explosiva y pasional. En los japoneses, esto es un
recurso muy utilizado en el anime, donde los gritos desgarradores están a la
orden del día; en los vascos, es simple naturaleza. Puede que fuese por la
propia pasión que Arkarazo puso en sus palabras, pero la verdad es que me tocó
la fibra sensible. Y qué mejor cumplido se le puede hacer a un artista que
decirle que ha conseguido transmitirte sus sentimientos.
Además,
partiendo de Dragoi Bola, supo
abordar otros temas que me parecieron muy interesantes. En especial, me
entusiasmó su llamamiento público a ETB para que volviesen a apostar por el
doblaje en euskera, cosa con la que estoy muy de acuerdo; no sólo por la cuenta
que me trae, sino porque creo que es algo con lo que muchos de nosotros hemos
crecido y con lo que muchos padres modernos querrían que sus hijos creciesen.
Un hombre puede soñar.
El
viernes fue el día más corto, pero nos trajo algunas de las mejores charlas de
todo el Salón. Juanjo Sánchez Arreseigor subió al escenario justo después de
Félix Arkarazo con su charla “Ninjas: ¿mito o realidad?” bajo el brazo. No
sabía qué esperarme de esta charla, pero me llamó mucho la atención y decidí
quedarme. Lo peor que podía pasar era que me aburriese mientras esperaba a la
siguiente charla, pero no fue el caso.
Juanjo Sánchez Arreseigor al principio de la charla. |
La
charla de Sánchez se centró en describir cómo eran realmente los ninjas.
Explicó que, si bien los ninjas existieron, se alejan mucho de lo que la
ficción enseña, tanto en Occidente como en Oriente, y que los ninjas eran lo
que hoy día podríamos conocer como una “unidad de élite”. Habló de cuándo
aparecieron los primeros ninjas y de cuándo desaparecieron, de sus nulos
códigos éticos y de cómo luchaban en realidad, haciendo especial hincapié en la
comparación entre samuráis, los cuales eran guerreros mucho más honorables, y
los ninjas, que sólo se preocupaban de cumplir la misión fuese como fuese.
Si
bien la charla fue interesante y amena, no hay nada que destacar de ella. Lo
que sí que destacaría son los comentarios del público. La simple falta de
tiempo del que Sánchez disponía hizo que, como es obvio, tuviese que saltarse
cantidad de datos, cosa que el público le reprochó con crudeza. Un asistente en
concreto parecía querer desmontar todo lo que Sánchez había dicho, pero quedó
en un simple malentendido y el conferenciante pudo incluso completar la
información que el hombre había comenzado a dar. Aun así, me hizo gracia ver un
público tan, digamos, involucrado. La gente no suele participar tanto en las
charlas, y menos de un modo tan… agresivo.
La charla avanzó a base de diapositivas y vídeos que nos enseñaban diferentes representaciones de los ninjas. |
Dejando
la charla sobre ninjas a un lado, como ya he dicho, el tokusatsu estuvo presente en el Salón desde el primer día. No sólo
podía verse una exposición sobre el tema en el primer piso, sino que la
Asociación Sentoku Jidai también dio una charla al respecto. No sabía qué era
el tokusatsu, pero los chicos de
Sentoku Jidai hicieron un completo recorrido por todo el contenido que ha
llegado a Occidente. Si bien la charla avanzó demasiado rápido en ciertos
momentos y me resultó difícil de seguir, he acabado añadiendo todas las series
de los Power Rangers disponibles en Netflix a mi lista de series para ver. Creo
que eso da una idea aproximada de lo convincentes que fueron.
Otra vitrina dedicada al tokusatsu. |
La
charla fue bastante lineal y carente de eventualidades, pero me fascinó la
pasión con la que hablaban de ciertas series y películas. Se notaba que les
gustaba el tema y eso me parece importantísimo para mantener el interés de la
gente. Aun así, me habría gustado oír un poco más acerca de las series y
películas que mencionaban. Llegado cierto punto, dejó de ser una charla y se
convirtió en una lista de nombres y más nombres, salvo por los comentarios
acerca de alguna serie especialmente buena, como GARO, o especialmente mala, como Power Rangers: Megaforce
y, consecuentemente, Power
Rangers: Super Megaforce.
Después
de la charla, me quedé a curiosear por los stands y a ver de qué trataba el
concurso Poké-Party, pero me fui a los pocos minutos. El concurso me pareció
muy soso y sencillo, salvo por las preguntas sobre el manga, que quizás fuesen
más complicadas, y la prueba que les pedía a los concursantes que gesticulasen
para imitar a un personaje. Nada demasiado interesante para mí.
Lo
que sí que me maravilló en aquel momento –y siguió maravillándome durante todo
el fin de semana– fue el trabajo de Mitsuru Nagata, uno de los artistas
invitados al Salón. Me quedé embobado mirando sus dibujos. Me daba hasta miedo
tocarlos, pero él, muy amablemente, me dijo que mirase cuando quisiera y que
podía tocar si quería o lo necesitaba. Volví a su stand todos los días, y cada
día encontraba nuevas razones para enamorarme. También me quedé pasmado el
domingo, cuando estuvo atendiendo a los asistentes y escribiendo sus nombres en
japonés con tinta. Estaba tan ocupado que me dio pena darle todavía más
trabajo, pero me alegra que tuviese éxito. Espero que el resto de asistentes también
apreciasen sus ilustraciones, porque eran realmente impresionantes.
El
domingo, decidí saltarme directamente la charla sobre moda lolita y fui
directamente a escuchar a David Heredia Pitarch. “Creando Hyrule: los orígenes
de The Legend of Zelda” es un título fantástico si lo que se pretende es llamar
mi atención. Me imaginaba que estaría muy enfocada al apartado artístico de los
juegos, pero no fue así.
En
su lugar, como el nombre dice y debí suponer, la charla giró en torno a la
creación de la saga en sí y a los diferentes integrantes del equipo que la
crearon. Se habló sobre los primeros cinco juegos de Zelda: The Legend of Zelda, The Adventure of Link, A
Link to the Past, Link’s Awakening
y Ocarina of Time. Me pareció un tema
muy interesante, la disfruté mucho y espero ver más charlas como ésta en
futuras ediciones del Salón de Bilbao, pero no hubo nada demasiado destacable a
excepción de que era un momento fantástico para hablar sobre la saga. Con el
tráiler de Breath of the Wild
estrenado apenas unos días antes en el E3 –el cual Heredia enseñó antes de la
charla–, el entusiasmo y el hype
flotaban en el aire. Después de ponernos los dientes largos con el nuevo
título, volver a las raíces de la saga y ver cómo empezó todo tenía algo de
mágico. O de nostálgico, al menos. No sé si fue mera casualidad o estaba
pensado, pero si lo estaba, chapó. Me quito el sombrero.
David Heredia Pitarch utilizó un Prezi muy llamativo y lleno de movimiento para amenizar e ilustrar su conferencia. |
La
de Juan Carlos Pérez Izquierdo fue probablemente la peor charla del Salón; no
por el contenido, sino por la calidad. El título, “Japón en el anime”, prometía
ser interesante, y el tema acabó siéndolo. Sin embargo, me pareció que la
charla estaba muy desestructurada. Si bien decía seguir el trayecto de una
línea de tren, daba muchos saltos hacia atrás y hacia delante, lo que me hizo
difícil el entenderle y, por tanto, prestar atención. Sólo llegué a seguirle
correctamente cuando hizo pausas para hablar de alguna localidad concreta por
estar fielmente representada en un anime, como pueda ser el caso de Sailon Moon.
Juan Carlos Pérez Izquierdo al principio de su charla, tras solventar un pequeño problema técnico. |
A
pesar de eso, dio algunos datos muy curiosos. Por ejemplo, habló de cómo el
anime se ha utilizado para promocionar el turismo de ciertas áreas, o cómo se
ha evitado decir dónde se sitúa una historia para evitar que una masa de fans
rabiosos destroce la zona. Esa parte me gustó mucho, sobre todo por la
perspectiva que me dio. Algunas de las locuras cometidas por los fans hicieron
que me estremeciera, como el hecho de que ya hayan saqueado una tienda de Neon Genesis Evangelion varias veces. Sin
embargo, no me sorprendieron. Supongo que esa clase de historias sólo confirman
los estereotipos.
Me
salté la charla de Manlima Cosplay y los últimos eventos del sábado, pero no
falté a la charla de Alejandro Arqué Gallardo: “Game Designers: los grandes
desconocidos & Pasado, presente y futuro de los juegos narrativos”. Arqué
es un game designer en Square-Enix que puede jactarse de haber trabajado en Life is Strange, un juego que mi
compañera Moni me ha instado varias veces a jugar y al que le tengo unas ganas
tremendas. Además, se dio la feliz circunstancia de que el Salón me pilló
jugando salvajemente a Final Fantasy X,
así que oír “Square” era suficiente para que tuviese que asistir, aunque la
conferencia no tuviese nada que ver con el tema.
El comienzo de la charla de Alejandro Arqué Gallardo. |
La
charla, como se puede apreciar en el título, estaba dividida en dos partes,
pero la segunda era sustancialmente más grande que la primera; y si no lo era,
me pareció que tenía mucho más contenido, por lo menos. Para empezar, Arqué
explicó a grandes rasgos en qué consiste su trabajo, puntualizando también cuál
es la visión del público general acerca de lo que tiene que hacer.
Parafraseando al propio Arqué, un game designer es mucho más que un tío que se
pasa el día jugando a juegos.
Respecto
a la historia de los juegos narrativos, se centró, por supuesto, en obras donde
la historia es el elemento principal y supera a otros aspectos como el sistema
de juego. Si bien empezó la charla con algo con tan poquísima historia como
puede ser Space Invaders, dejó claro
que los juegos pronto empezaron a poner un gran énfasis en lo que querían
contar. Sin embargo, dio tan tantísimos ejemplos que es imposible resumirlo.
Basta con decir que, según él, los juegos narrativos se impondrán y pronto
tendremos a nuestra disposición unas historias fantásticas que exprimirán el
potencial único de los videojuegos, ése que nos permite encauzar una historia a
nuestro gusto.
De
tener que puntualizar algo, diría que Arqué mencionó una gran cantidad de
juegos de muchas plataformas diferentes, y eso me pareció muy acertado. La
gente tiende a barrer hacia su casa: si prefieren Sony, por ejemplo, se centran
en ejemplos de esas consolas y dejan a todos los demás colgados. Pero Arqué
supo hacerle un hueco a todo el mundo y creo que todos pudimos encontrar en su
charla algún título que conociésemos o, al menos, que pudiésemos llegar a catar.
Un pequeño ejemplo de la variedad de la que Arqué hizo gala en su charla, aunque los hubo bastante mejores. |
Su
charla fue, quizás, un poco mejor que la de Heredia, pero ambas mantuvieron un
buen nivel. Pero, por desgracia, Arqué tuvo que esperar casi media hora para
poder empezar a hablar porque, como todo lo relacionado con el cosplay, la
charla de Manlima se extendió muchísimo. No estuve ahí para comprobarlo, pero
espero que Keita Kanazashi, que tenía que dar un concierto de taiko después del
concurso de cosplay de la tarde, tuviese tiempo para hacer lo que había venido
a hacer. Los invitados se merecen un respeto por parte de los organizadores.
Al
respecto de eso, y antes de pasar al domingo, quiero decir que me sorprendió la
puntualidad con la que empezaron todos los eventos. Siempre que no había
cosplay de por medio, las charlas empezaban perfectamente a su hora. Esto es
algo extremadamente poco común, así que aprecio mucho la profesionalidad y buen
hacer de los encargados. Está claro cuál es el elemento que falla aquí, pero no
seré yo quien se queje de las repetitivas charlas sobre cosplay que tenemos que
soportar cada año en todos los salones habidos y por haber. …Ejem. Lo siento.
El
domingo me resultó sorprendente. No tengo cifras oficiales, pero el Salón
parecía mucho más lleno que los otros dos días, a pesar de que en Getxo el día
de más afluencia suele ser el sábado. Desde luego, fue el único día en el que
no pude sentarme para escuchar una charla, aunque no lo lamenté mucho. En
conjunto, el domingo me pareció el día más flojo.
A
las 12 del mediodía, después de un concurso de cosplay infantil al que no me
molesté en ir, llegó la charla de Andrés Domenech Alcaide: “Hideo Kojima y la
saga Metal Gear”. Era una charla que
me interesaba mucho, ya que de esta saga sé lo justo y me hacía ilusión que
alguien me explicase esa trama tan complicada. Además, siempre estoy dispuesto
a encontrar excusas para interesarme por cosas nuevas.
El más que prometedor comienzo de la charla de Domenech. |
Pero
la charla fue por otros derroteros muy distintos. Más que centrarse en la historia,
de la cual se dieron muy pocos datos reales, Domenech hizo un recorrido por los
títulos de la franquicia en el orden en el que salieron al mercado, desde el
primer juego de Metal Gear de MSX 2
hasta Metal Gear Solid V: The Phantom
Pain, no sin antes hablar del propio Hideo Kojima. Esa parte estuvo bien,
pero noté que la calidad bajó en cuanto comenzó a hablar sobre Metal Gear en sí.
Al pasar
al tema principal, la charla me pareció poco más que una retahíla sobre lo
buenos y emotivos que son los juegos, incluso los que se salen del concepto
principal de lo que debe ser un Metal
Gear. Lo que se explicó realmente fueron las mecánicas de los juegos y no
su contenido, lo cual me dejó un sabor bastante amargo en la boca. Fui a la
charla esperando saber más sobre la historia de Solid Snake y compañía, pero lo
único que me quedó claro y cristalino es que todos son “juegazos” y que eso es
algo que me tengo que creer porque sí, aunque no se me dé ninguna prueba real
de ello. De todos modos, Domenech dio una charla bien estructurada y sencilla
de seguir, y eso ya merece cierto reconocimiento.
La
última charla a la que asistí fue la del YouTuber GolD Nakama: “La evolución de
One Piece”. Sin embargo, el concurso
de dance que había antes se alargó muchísimo, así que aproveché para dar una
vuelta por el Salón y mirar todas las exposiciones con más detenimiento.
El concurso de dance pareció tener bastante acogida, a pesar de todo. |
Volví
a quedarme fascinado con el trabajo de Mitsuru Nagata, a quien, por cierto,
podéis encontrar en nagatakyoto.net además de en Twitter o Tumblr. Pero no me
quedé ahí. Ya que estaba justo al lado del stand de Nagata, me paré a mirar los
kimonos que había expuestos en el Salón. Me sorprendí a mí mismo entendiendo
una parte considerable del texto que acompañaba a los kimonos, lo que sin duda
se debe a la charla al respecto que Aiko dio en el Salón de Getxo el año
pasado. También acabé volviendo a la entrada del Palacio Euskalduna para
prestar la debida atención a la exposición sobre tokusatsu que allí había. Lo que antes me habían parecido poco más
que unas vitrinas llena de juguetitos se convirtieron de repente en una
colección de objetos de coleccionista que acaparé durante varios minutos. La
demostración de moda lolita de al lado me mantuvo mucho menos ocupado, aunque
admito que era impresionante. No obstante, lo que más me esforcé por admirar y
apreciar fue el artist alley o rincón
de los artistas que había en esa misma planta.
La última de las vitrinas dedicadas al tokusatsu. |
Llevo
tiempo lamentándome de que esto no sea más normal. En otros países, que haya un
artist alley en condiciones es
absolutamente fundamental en cualquier convención, pero España parece ignorar
totalmente esta tendencia global –como tantas otras– y relega a los artistas a
otras posiciones. Incluso en salones más grandes, como el de Barcelona, el
rincón de los artistas es o inexistente o ridículamente pequeño; o lo era
cuando yo estuve allí, al menos. Esto es algo que siempre me ha parecido
vergonzoso. Los salones tienen la oportunidad de conseguir invitados de calidad
que le darán prestigio al evento y que vendrán gratis o incluso pagando, pero
parecen optar por otras opciones mucho menos acordes al espíritu del conjunto.
No sería la primera vez que veo que el –único– artista que traen a un salón del manga ni siquiera dibuja
manga.
Aunque, en lo que respecta a este Salón del Manga de Bilbao, tengo que decir que el
rincón de los artistas fue más que decente. Para empezar, hacía falta pasar por
él para llegar a la convención, así que estaba situado en un punto en el que
todo el mundo tendría la oportunidad de verlo. Por otro lado, de nada sirve una
posición estratégica si el contenido no es bueno, pero lo fue. A excepción de
uno o dos artistas que no pintaban nada allí –por buenos que fuesen–, la
cantidad de invitados no estaba nada mal para ser una convención tan pequeña. No
sólo eso, sino que el contenido era también muy variado. La mayoría eran
artistas tradicionales que vendían dibujos personalizados hechos en el momento o
láminas de ilustraciones a todo color, pero dos artistas me llamaron
especialmente la atención. Uno de ellos grababa motivos de anime y manga en
vasos o cajas. Había muchos personajes diferentes e incluso aceptaba pedidos,
pero no recuerdo más que un vaso con un Totoro grabado en su superficie y una
caja con el logo de One Piece. No es
que el contenido no fuese impresionante, sino que mi memoria es un colador. El
otro era un artista que, más que enormes y detalladas ilustraciones, se
dedicaba más al humor y a hacer chistes con sus dibujos, y eso le otorgaba
bastante carisma a su trabajo. No pretendo decir que los demás artistas no
merezcan reconocimiento, por supuesto, pero estos fueron los que más me
sorprendieron por ser tan diferentes al resto. Creo que le daban al conjunto
una variedad y personalidad que la calidad no puede conseguir por sí sola. Como
quien pule un diamante, vaya.
La exposición de moda lolita. O, bueno, creo que era moda lolita. Corregidme si me equivoco. |
Pero
si hubo algo en la lista de artistas invitados que me alegró el día fue el
nombre de Marisa Martínez. Conocí a Marisa hace varios años, cuando hice mi
primer reportaje sobre el Salón del Manga de Getxo. No creo que ella me
recuerde a mí, pero desde luego me alegra ver caras conocidas. Lo único que
lamento es que, cuando me pasé por el rincón de los artistas, no llegué a
verla. Marisa tenía programadas varias sesiones de ilustración en directo y
demás, así que supongo que estaría ocupada en ese momento. Pero, ya que no pude
decírselo en persona, espero que le llegue el mensaje y que sepa que me encantó
verla por allí otra vez.
Volviendo
al tema de cosas potencialmente decepcionantes, si de algo pecó el salón fue de
no hacer honor a su nombre en materia de stands. Tan sólo uno de ellos vendía
manga: Joker. Goya Virtual también tenía algunos tomos disponibles, pero se
centraba mucho más en vender libros, como esos infames manuales sobre cómo
dibujar manga. Es un defecto que también comparte el Salón del Manga de Getxo,
pero incluso allí la variedad es mayor, ya que tenemos tanto a Joker como a
Zinco, por lo menos. Y sigo preguntándome por qué una tienda que vende
camisetas de AC/DC tiene un hueco en el Salón que podría estar ocupando un
stand más acorde a la temática, pero lo de quejarme de ese tema es ya cosa
vieja.
Pero
volvamos con GolD Nakama. Conozco y he consumido One Piece, pero llevo muchísimos años de retraso, así que estaba en
una situación parecida a la de la última conferencia. Esperaba poder seguirla sin
dificultad, pero me temía lo peor. Aun así, Nakama hizo un gran trabajo en ese
sentido: si bien dio varias cosas por sentadas, lo cual comprendo y acepto sin
problemas, sus comentarios eran fácilmente comprensibles incluso para mí, y eso
lo agradezco mucho.
GolD Nakama poco después de comenzar su conferencia. |
No
debería decir esto, pero me hizo mucha gracia la manera de hablar de Nakama. Me
sacó una sonrisa. Parece que intente buscar una manera de hablar “dinámica” que
no aburra demasiado a quien le esté escuchando, aunque me pareció demasiado
forzado a veces. Pero obviando su faceta como locutor, la verdad es que me
gustó su charla.
La conferencia se centró, como su nombre –“La evolución de One Piece”– indica, en el progreso que la
serie ha hecho a lo largo de los años. Y, a juzgar por la cantidad de gente que
asistió a su conferencia y se acercó a él para felicitarle por su trabajo, daba
la impresión de que sabía lo que se decía.
Los asistentes a la charla llegaban hasta el mismo final de la zona de charlas, por no mencionar todos los que estaban fuera. |
Nakama no se contuvo en absoluto y habló sobre infinidad de
temas, aunque su charla no duró tanto como cabría esperar. No sólo analizó
cuidadosamente la evolución del estilo de dibujo de Oda y el cuidado que pone
en sus creaciones, sino que habló largo y tendido sobre cada uno de los
miembros de la banda de Sombrero de Paja, desde su diseño hasta sus poderes
pasando por el tormentoso pasado de cada uno.
A mí, como fan más casual, todo eso me pareció
interesantísimo, pero el fan asiduo podría haberse quejado de saber ya todo lo
que Nakama tenía que decir. No creo que la conferencia fuese para ellos. El
contenido destinado al fan más asiduo fue, sin duda, la ronda de preguntas de
después de la charla. A diferencia de la mayoría de conferencias que pueden
verse en esta clase de salones, donde las preguntas son escasas y a menudo
forzadas, el público se mostró entregadísimo y no paró de levantar la mano
hasta que Nakama tuvo que marcharse del escenario. Un pobre chico se pasó toda
la ronda de preguntas con la mano levantada y nadie le hizo caso, porque
siempre había alguien listo para preguntar algo en las primeras filas. Todas
las preguntas giraron alrededor del futuro de One Piece, de la opinión personal de Nakama y de sus predicciones,
lo cual demuestra la enorme influencia que tiene entre los fans.
Una de las primeras diapositivas de la charla. |
La charla de GolD Nakama fue el último evento al que
asistí, pero, antes de acabar, quisiera hacer un par de comentarios extra sobre
el Salón. El primero es sobre el espacio. Me dio la impresión de que el recinto
es todavía más pequeño que la carpa donde tiene lugar en Salón de Getxo, y, aun
así, me pareció que el espacio estaba mejor aprovechado. Me alegró que se usase
una gran parte de él para hacer talleres u ofrecer contenido de verdad y no
para poner más y más stands. En muchas ocasiones, el Salón de Getxo parece poco
más que una tienda en la que hay que pagar por entrar.
El segundo es sobre los pases de prensa. Como el propio
Cosmo me dijo, en Getxo “entra cualquiera”, pero se han esforzado para ser más
exigentes en Bilbao. Esto me parece bien, pero mejor incluso me parece que el
pase de prensa, como todos los demás pases que llevan los miembros del staff,
sea más que un trozo de papel plastificado. Es pequeño, manejable y de acabado
mucho más profesional que los de Getxo. Puede que sea un detalle sin
importancia, pero me alegró el día en cuanto me lo colgué del cuello y merece
que lo mencione. Sobre todo porque no sería la primera vez que el armatoste que
llevo al cuello en Getxo sufre algún percance.
Mi pase de prensa. |
El I Salón del Manga de Bilbao, fuese bueno o malo, dejó un
sabor de boca horrible en la gente. No me extrañaría que muchos hayan decidido
no volver este año después de eso, y puede que hayan renunciado a este Salón
para siempre debido a esa primera impresión. Pero desde aquí doy fe de que esto
puede hacerse y, de hecho, se ha hecho bien. La segunda edición ha sido
completa, entretenida y, en muchos aspectos, mejor de lo que Getxo suele ser.
Puede que sean detalles insignificantes, como que el sonido del escenario no
impida mantener una conversación normal, que haya asientos disponibles para los
que quieran escuchar las charlas, que se les haya dado un espacio adecuado a
los artistas o que haya baños de verdad a disposición del público, pero, en
conjunto, marcan la diferencia. Redondean la experiencia.
Un pequeño extra: la información que acompañaba a la exposición de kimonos. |
En cuestiones de tamaño o prestigio, Bilbao sigue muy por
debajo de otros salones. Pero humildad y calidad no son antónimos.
Personalmente, espero que la calidad se mantenga y mejore con los años, porque
esta segunda edición ha sentado unas bases de las que mucha gente con más
prestigio y recursos podría aprender.
Así, sí.
Buenas, soy Andrés Domenech Alcaide. Siento haberte decepcionado con mi charla en Bilbao en 2016. Te encontré por casualidad buscando info de los eventos a que había asistido para documentarlos...
ResponderEliminarTienes razón en cuanto dices sobre mi charla, pero con matices.
Aquí hablo mucho más del tema de Metal Gear, y sobre todo de lo que tú mismo pides en el blog. Lo que pasa es que para el Salón se me pidieron ciertos toques para la charla:
https://cooljapan.es/japoneses-en-videojuegos-hideo-kojima-i/
https://cooljapan.es/japoneses-mundo-del-videojuego-hideo-kojima-ii/
https://cooljapan.es/japoneses-mundo-del-videojuego-hideo-kojima-iii/
Recuerdo que hubo un asistente que se levantó y se fue porque opinaba que "era un paleto por no pensar que Metal Gear nació en PlayStation" :D... (con el juegazo que es el 2: Solid Snake de MSX 2...).
Siento que pienses así, si te digo la verdad, estoy lejos de alabar cada juego "porque sí", y en mi tesis doctoral tienes unas más de 400 páginas sobre la trayectoria de Kojima, y de la saga, donde hablo mucho más de los personajes y la historia, donde además desgrano el argumento, las implicaciones sociales de la saga y las múltiples referencias que se hacen a la cultura popular dentro de ella, así como de la evolución de sus personajes y lo complejo que se va tornando el argumento ¡espero que la disfrutes! (Y además pasé de darle un 10 al V... he visto demasiado fanboy tirándole flores y me tomé un año de espera para redactar el análisis):
https://cooljapan.es/resena-metal-gear-solid-v-phantom-pain/
Se me pidió que hablara del papel y trayectoria de Hideo y de la jugabilidad o qué innovaba con cada videojuego (que es de lo que hablé). En cuanto a los personajes, trasfondo e historia, lo he desarrollado en mis textos académicos y hasta en mi blog personal. Me parecía algo demasiado complejo para acometerlo en una charla de apenas una hora, donde no sólo habría presentes "frikis" del juego, sino gente que lo conociera menos, así que te pido disculpas, que pareces un gran fan :).
Aquí puedes acceder a mi tesis doctoral, espero verte de nuevo por Bilbao, y que la próxima vez te guste más mi charla ;P:
http://digibug.ugr.es/handle/10481/49414
Un saludo, campeón, y estate al loro, si la cosa sale bien, pronto tendrás la oportunidad de leer algo de mucha más calidad sobre la saga que lo que te presenté, ¡paciencia! Siempre he pensado que con tan poco tiempo no se puede dar una charla decente. La última que di de la saga duró dos horas, y pude explayarme sobre grandes personajes como Ocelot o The Boss y la genialidad de Hideo al lograr que nos encariñemos con secundarios, o enemigos que tan sólo aparecen en una entrega, para luego tornarse claves.
¡Hola, Andrés! Antes de nada, muchas gracias por leer y dejar un comentario. Agradezco también mucho la información extra y tengo muchas ganas de echarle un ojo. ;)
EliminarEs perfectamente comprensible que, dado el poco tiempo que tenías, no hubieses podido decir todo lo que te gustaría. Si tu tesis doctoral fue sobre Metal Gear, puedo imaginar que conoces el tema más que bien y podrías haber ocupado el escenario durante todo el día, o todo el fin de semana, hablando sobre ello. Seguro que hay muchísimo que decir. Aun así, por mucho que hayas escrito en otros lugares sobre Metal Gear, espero que comprendas que no puedo juzgar lo que podría haber sido o el trabajo que hayas hecho en otros sitios: solamente puedo opinar de la charla en sí, por el simple hecho de que es lo que tuvo lugar en el Salón.
Cuando escribí ese artículo, y como puede leerse, no había tenido la oportunidad de probar ningún Metal Gear como Dios manda, aunque he empezado a jugar MGS3 recientemente. De todos modos, me interesa mucho el tema al ser éstos juegos de culto. Metal Gear, como Kingdom Hearts, tiene fama de tener una trama enrevesada y difícil de seguir, así que iba con la ilusión de que alguien con conocimientos de causa me diese una "clase magistral" y me interesase en el argumento para no perderme mucho si me decidía a jugarlos. Lo que me encontré fue muy diferente, pero eso no es culpa tuya: en ningún sitio se especificaba que se fuese a ahondar en la historia. De hecho, que hablases de Kojima y de lo que cada entrega de la saga aporta me parece un enfoque más que interesante.
Para mí, el problema fue que, puede que por puro amor al tema (y, ¡ojo!, esto no es malo de por sí), se te escapase una y otra vez que tal o cual entrega era un "juegazo", por ejemplo. Es tu opinión, desde luego, y totalmente válida en un entorno, digamos, más informal: una conversación de bar. Sin ir más lejos, estoy jugando a MGS3 precisamente por una conversación de ese estilo que tuve con un buen amigo mío. Pero, en lo que respecta a una charla profesional sobre el tema, si alguien quiere juzgar algo (critique o alabe), querría que se me diesen detalles o razones para respaldar esas afirmaciones. Es ahí donde creo que la falta de contexto, de explicar el conjunto más a fondo, hizo que frases acerca de lo bueno o emotivo que es tal o cual juego pareciesen mucho más vacías e innecesarias de lo que probablemente pretendías que lo fuesen. Quizás habría dado mejor resultado de haberte centrado completamente en Kojima, las mecánicas y las innovaciones, dejando los demás aspectos (historia, calidad, etc.) a un lado para una hipotética futura charla, pero no son más que conjeturas.
De todas maneras, no es más que mi opinión, así que espero que no te lo tomes como un ataque de ningún tipo, ya que en ningún momento pretendía serlo. Me imagino que la gente que ya conociese la saga pudo sentirse más identificada, pero a mí, como neófito (bueno, ¡ni eso!), me pareció que a las alabanzas les faltaban virtudes que las sostuviesen, aunque entiendo que el tiempo jugaba en contra.
Como te he dicho al principio, les echaré un vistazo a esos enlaces, aunque espero que me disculpes si no leo la tesis doctoral entera. :P Y, de nuevo, ¡muchas gracias por tu comentario!